Ivana y Simón forman una pareja sumamente especial. El es panameño, ella argentina. De la ciudad de Mendoza.

No se cual de los dos esta mas enamorado del otro. Todo el tiempo posible de la vida, juntitos. Sólo se miran, se acarician, se ríen, con ese brillo particular en los ojos que el encantamiento y el amor encienden.

Ambos son además personas dulces, cariñosas, tiernas.

Allí estaba Ivana esperando el nacimiento de su hija, con una barrigota. Todo era fiesta y alegría. Jamás una duda. Nunca un temor.
Es como si la energía infinita del amor entre ellos y con su hija, se encargaban de todo.

Mia, en el vientre de Ivana se preparaba para conocer a sus padres. La barriga era grande. El dorso de la bebé hacia la derecha del abdomen de Ivana, lo que auguraba un parto largo y tedioso. Nada de eso era obstáculo para esa alegría serena y para esa sabiduría natural de ambos.

Emilia y mi persona la acompañamos ese día en el cálido hogar de Ivana y Simón.

Nació Mía en el agua, esa hermosa niña, enorme. Aquello fue una explosión de alegría indescriptible!