XIX Entrega: Las Aventuras de Nonna La Exploradora De Fiesta en Fiesta!.
El 4 de agosto a las 7:15 de la manaña nació Gianlucca en la tranquilidad y paz de su hogar. El Nonno viajó a Panamá el 30 de Julio y yo llegué al día siguiente. Tuvimos la oportunidad de acompañar a Alanna Aimée y Jan Michael a su última cita con el ginecólogo obstetra quien le dijo que todo marchaba bien, que ella estaba en su semana 40 y que a pesar de que el bebé puede nacer en cualquier momento a partir de esa semana, es natural que el embarazo llegue a las 42 semanas. El médico le recomendó que se desconectara de las redes sociales y que se fuera a pasear, de ser posible hasta Chiriquí! Lo de desconectarse de las redes sociales fue motivado por la ansiedad que provocaron los mensajes, seguramente bien intencionados, pero inapropiados e innecesarios para quien ya de por si tiene suficientes interrogantes en su mente ante la inminente llegada de su primer hijo. El asunto era que se relajara y que esperara con paciencia hasta que Baby G diera indicios de salir de la comodidad de su barriga a este mundo cruel. Así pues seguimos al pie de la letra las indicaciones del médico y ese mismo día aceptamos la invitación de Annie Loren y los acompañamos en la celebración del cumpleaños de su marido, vestidos de vaqueros! El sábado nos fuimos a la feria de artesanías en ATLAPA, la caminamos de cabo a rabo y en la noche los Nonnos fuimos a la boda de Carlos Raúl y Elizabeth en San Felipe. Me encantó la Iglesia de San Felipe de Neri y la recepción estuvo lindísima y muy alegre. Lo mejor fue ver a la familia y ponernos al día en nuestros devenires.
El domingo nos auto-invitamos a la casa de playa de Luis & Diana a quienes les caímos cual paracaídas sin freno y pasamos todo el día con ellos. Alanna Aimée inició labor de parto esa noche, no sabemos si fue por el julepe del fin de semana, por el delicioso picante en el ceviche que comimos o por el masaje que el Nonno y yo le dimos a sus cansados pies, manos y cuerpo. El asunto es que cuando se despidió para ir a dormir yo con sólo verle el rostro me di cuenta que Baby G venía por fuera. Me quedé despierta con esa inquietud y en la madrugada Jan Michael me avisó que la doula venía en camino y los médicos llegarían más tarde. Decidimos no despertar al Nonno para que al menos uno de los cuatro estuviera descansado porque sabíamos que las siguientes horas serían de mucho ajetreo.
Alanna Aimée y Jan Michael acordaron que su hijo naciera en casa, en agua y sin epidural. Para esto se prepararon, leyeron mucho sobre este el tema, tomaron clases de hipno-terapia y otras más. La doula, Sara Zomer, jugó un papel importante antes, durante y después del parto, brindando confianza, seguridad y apoyo físico y emocional. Cuando los Dres. Rodrigo y Graciela Aybar llegaron a casa Alanna Aimée tenía 8 cms. de dilatación; en cuestión de minutos prepararon la piscina y le dijeron a Alanna Aimée que entrara al agua cuando lo deseara. Hubo un momento en que Alanna bailó para despabilarse y el médico se tiró al piso cual mecánico de auto y gracias a esto se dio cuenta que una membrana en la bolsa estaba impidiendo que Baby G saliera, y que tenía una vuelta del cordón umbilical alrededor de su cuello. Tan pronto removió esa membrana baby G coronó y apenas asomó su cabezita el médico le desenredó del cordón. El resto de su cuerpo salió con la siguiente pujada y fue maravilloso verlo nadar, abrir los ojos y unos minutos después estaba sobre el pecho de su madre. Una escena tierna e inolvidable: madre e hijo contemplándose uno al otro, por fin conociéndose después de 9 meses de estar coqueteando, queriéndose y preparándose para ese día tan especial. Así se quedaron unidos en cuerpo y alma y para siempre. Estando abrazados Alanna Aimée expulsó la placenta y un ratito después el cordón umbilical dejó de latir, en ese momento Jan Michael lo cortó y ya separados Alanna Aimée tomó una ducha y fue examinada en su cama por el médico mientras que su esposa, Graciela se encargaba de atender y revisar a Gianlucca.
El pediatra pasó al final del día para examinar a Baby G y dar instrucciones a sus padres sobre su cuidado y alimentación. Al día siguiente el Dr. Aybar pasó a visitar a Alanna Aimée para examinarla y verificar que todo estuviese bien con ella.
Le doy gracias a Dios por ser nuestra roca y fortaleza, cuya obra es perfecta; por haber estado y estar presente en nuestras vidas; y a Sara, Rodrigo y Graciela por su apoyo, profesionalismo, don de gente, y por darnos la tranquilidad y seguridad de que todo saldría bien, como en efecto sucedió.
Los días siguientes al nacimiento de Gianlucca fueron de aprendizaje, ajustes, adaptación y falta de sueño, pero no porque Baby G necesitara de la atención de sus padres, sino porque ambos estaban como embelezados, contemplandolo en todo momento y Jan Michael verificando cada cinco minutos que estuviera respirando!.
Gianlucca sólo toma leche materna y de acuerdo a las indicaciones de su pediatra sus baños son de avión, es decir sólo con una toallita húmeda bajo el ala!. Yo creo que todavía no sabe lo que es un baño de tina, así que será como los michos que le huye al agua; y yo que bañaba a los míos hasta tres veces al día! Tiene un ropero clasificado por tamaño, desde 0 meses hasta que vaya a la Universidad! Bueno no tanto pero tiene ropa hasta para regalar.
El Nonno se quedó en Panamá en su rol de abuelo y encargado del turno de las 4 de la mañana. A esa hora el cuida a Baby G para que sus padres puedan descansar. Me dijo que se porta como un angelito y que duerme sobre su panza que es como un colchón de agua hasta medio día! Dice que ya hasta sabe protestar y le avienta unos “two-fifty” traqueaos (los que no saben que es esto pregúntenle al abu). Lo importante es que ya tienen una rutina y Alanna es toda una experta en su cuidado.
Yo sólo pude acompañarlos una semana, pero gracias a Dios que todo lo hace perfecto y a las predicciones de la luna, las estrellas y todos los astros, mi estadía coincidió con el nacimiento de Gianlucca y con reuniones y eventos familiares ya programados, y el tiempo me alcanzó también para visitar a mi otra familia, la de STRI, y hasta para ir a la fiesta de los 80 años de la tía Doris –que estuvo muy divertida. Así que en una semana estuve de fiesta en fiesta!
Ya de regreso tuve oportunidad de visitar el Museo 9/11, el Jardín Botánico y Zoológico de Brooklyn y fui hasta Coney Island para presenciar una competencia de castillos de arena, pero llegué un día tarde… así que me perdí el show pero vi otros bastantes entretenidos…
Un abrazo y hasta la próxima! Nonna, La Exploradora