Irene es joven, alegre, positiva, decidida… así fue durante la llegada de su hijo. Ella es venezolana. Su esposo es sólo ternura, enamorado de su esposa como ustedes no imaginan. Estuvimos con ellos desde elinicio del parto. Un apartamento pequeñito, acogedor, arreglado de manera muy sencilla. No reniamos el recurso del agua caliente, de manera que nosotros nos encargamos de ir calentando agua. Nabía una pequeña conección eléctrica para calentar algo de agua, pero debo confesar que el sistema era complicado. Al fin de cuentas ellos son muy jovenes y estan comenzando, como a todos nos ha tocado en su momento…con muchísimo esfuerzo.
En ese apartamentito había sólo amor.
Los suegros de Irene son vecinos, es decir exactamente viven en el apartamento de al lado. Ellos les pidieron que los dejaran tranquilo, que solo entraran finalmente cuando el bebe hubiese nacido. Asi mismo fue. Despues supimos que oian todo…no se como se aguantaron!
Irene entró y salió de la piscina algunas veces. Estaba cansada. le dábamos agua de pipa, y lo que creíamos que le ayuaba. En la etapa final del parto su esposo entró a la piscina para ayudarla durante los pujos. Tuvo que salir un rato de la piscina para poder pujar en cucliyas. Su esposo la sostenia sin salirse de la piscina. De pie, sosteniéndola. Se produjo entonces estando ella en cuclillas el momento final…sencillamente dijo viene…Naació ese hermoso y grandottote bebe.
Que privilegio tan grande fue para nosotros haberlos acompañado en esas horas trascendentales de sus vidas!
Graciela y Rodrigo
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