Es verdaderamente sorprendente el bajo nivel técnico y académico que se observa en los sendos comunicados de las Sociedades Médicas de Pediatría, Obstertricia y Ginecología y de Perinatologia, en torno al debate que se ha producido en nuestro país , en relación a la atención del nacimiento en Panamá .
Predomina en ellos, la cultura del miedo. El mensaje a la sociedad y a las madres es el de siempre: Yo se, tu no sabes nada de los riesgos del parto, te advierto, yo te protejo….
El lenguaje es autoritario y temerario. Ignora lo más elemental : el parto, la lactancia, no son enfermedades. Son procesos fisiológicos normales. Las mujeres y sus familias saben de que se trata maravillosamente.
Nada mencionan acerca de los inmensos problemas y complicaciones que se producen cada día en los hospitales y clínicas de nuestro país, en relación por ejemplo, a porcentajes de cesáreas que superan en algunos centros hospitalarios el 80%, hechas por esos profesionales!.
Nada dicen de las intervenciones rutinarias que realizan para «apurar» el parto, con el uso indiscriminado de drogas como la Oxitocina artificial con el riesgo de producir autismo, o de la ruptura artificial de las membranas ovulares en prácticamente todos los partos que aumentan el dolor y las infecciones perinatales.
Nada dicen de las prohibiciones a las madres, cuando solicitan adoptar la postura de sus cuerpos que deseen y les sea más cómoda al momento de dar a luz. Nada dicen de sus recomendada «obligatoriedad» de parir solo acostadas boca arriba! Nada dicen de las restricciones e impedimentos para tomar tan solo agua o comer durante el parto.
Ni siquiera mencionan el hecho que en Panamá separan al recién nacido de sus madres durante horas a solo minutos después de haber nacido!, sin respetar siquiera las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud de las Naciones Unidas, acerca de la hora sagrada después del nacimiento, que señala que es necesario mantener al bebé apoyado sobre su vientre, y posponer todas las acciones que interrumpan el apego y el vínculo madre-hijo.
Mienten irresponsablemente ,cuando señalan que en nuestro país la atención del parto es humanizada.
Nada dicen de las prohibiciones para que los familiares acompañen en todo momento a las madres durante el parto y la lactancia.
Todas estas acciones y muchas mas, hacen del evento del parto en nuestro país las más de las veces, un verdadero martirio, pleno de riesgos producidos por tal cúmulo de intervenciones absolutamente innecesarias y peligrosas para la vida y la salud de las madres y sus bebés.
Desde hace más de ocho años se produjo un cambio: respetando el deseo de las mujeres , es creciente el número de médicos, enfermeras, Doulas, activistas sociales que han venido dando apoyo al interes vehemente de las madres y sus familias a una atención humana y libre de intervenciones durante el proceso del nacimiento, del vínculo madre hijo y de la lactancia materna.
Se han abierto otras opciones, naturales, como el uso del agua tibia durante el parto, o la atención domiciliaria, como se realiza ya en todo el mundo.
La mujer panameña con su profunda inteligencia, hoy sabe que esa realidad es posible también en nuestro país!. Sabe que no es cosa de «extranjeras» o de «otros países», parir dignamente. Los testimonios que se trasmiten unas a otras, son prueba clara y diaria de los excelentes resultados que se dan, cuando el nacimiento no se medicaliza, cuando se respeta profundamente a la mujer empoderada, dueña de su cuerpo y de su maternidad.
Saben hoy los papás lo maravilloso que es presenciar y dar cariño a sus esposas al momento de dar a luz. Viven en carne propia la profunda satisfacción que representa, sostener a su bebé sin camisa, pegado a su cuerpo, mientras su esposa se ducha después del parto. Nuestras mujeres saben hoy que es posible parir en cuclillas, sin medicamentos. Saben que sus hijos estarán en todo momento junto a ellas acomodados sobre sus cálidos cuerpos y que nadie los va a separar de ellas, que el cordón umbilical estará unido a su bebé hasta que deje de latir y la placenta le de toda la sangre que necesita para adaptarse mejor y de manera segura a la vida en este mundo.
Esto es ya una realidad en nuestro país y cada día más y más médicos, Doulas, mujeres , asociaciones cívicas se suman a este esfuerzo, porque vale la pena!
Nosotros que las hemos visto y acompañado, sabemos de sus infinitas capacidades.
Ninguno de estos profesionales que escriben estas temerarias «recomendaciones» de «seguridad» en relación al nacimiento, ni siquiera han visto un nacimiento de una madre en cuclillas, en agua, en casa! Sus autoritarias aseveraciones son ya incapaces de cambiar esta realidad.!
Recibimos diariamente notificaciones de profesionales de la medicina y de la salud, jóvenes de Panamá y de otras partes del mundo, deseosos de aprender de nosotros y contribuir a cambiar la forma de nacer en nuestro país, de manera respetuosa, humana y natural.
Estamos totalmente seguros, que el parto natural, humano, respetado, es ya una realidad en nuestro país. Trabajamos confiados en las infinitas capacidades de nuestras madres, sus esposos y sus familias, en ser las únicas y verdaderas protagonistas, dueñas de sus cuerpos y de su maternidad, de sus hijos, al momento de parir.
Nosotros, mientras tanto seguimos aprendiendo cada día de ellas y de sus enseñanzas les estamos profundamente agradecidos.
partonaturalpanama.com
12 de septiembre del 2015.
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