Marie y su esposo Justin son una pareja muy especial. Viven y trabajan en Estados Unidos, en Washington DC. Justin es un abogado brillante, consagrado en la defensa de la gente humilde de ese país. Marie es una bella, inteligente y dulce mujer, nacida en Senegal.
Mientras Justin iba y venia de Washington, ella estuvo los últimos meses de su embarazo, en un apartamento en la ciudad de Panamá. Estaba feliz, esperando la llegada de su bello hijo.
Querian un parto natural, hospitalario, pero con el deseo vehemente de evitar intervenciones innecesarias. Esperaron pacientemente el inicio de trabajo de parto, llenos de serenidad y alegria, gozando de las maravillas de este país y de su gente. Lo hacian sencillamente, saboreando un sancocho de gallina, o una tortilla de maiz…
Marie, mientras estudiaba español, practicaba yoga y se concentraba en su barriga y su hijo.
Cuando iniciaron las contracciones, recibí la comunicación atenta y dulce de su esposo Justin, reportándome en detalle, el progreso del trabajo de parto.
Fui a su apartamento y la examiné. Todo marchaba bien. Habían traído de Estados Unidos algunos hermosos cuadros de pintura africana y fotos de la familia, que le permitian a Marie, estar serena y feliz. Ese sitio derramaba amor.
Luego de algunas horas y con la ayuda y apoyo de Sara Zomer, llegaron al hospital. Yo los esparaba allí. Y allí, valga la redundancia, estuvimos horas juntos acompañandola durante todo el parto.
Fué largo y difícil. Marie y Justin siempre se mantuvieron tranquilos.
El parto fue bellísimo. Tuvimos el apoyo de Carlos Vega y se le pudo ofrecer al bebé todo lo necesario para estar junto a su madre en todo momento. En los minutos finales expulsó meconio y nació, como a veces decimos en nuestro argot profesional, algo cansado. Nada de eso fué impedimento para que Marie y Justin estuvieran con su hijo en todo momento.
Unos días después del parto,antes de su regreso a Estados Unidos, Marie y Justin aceptaron nuestra invitación, y cenamos juntos en el Restaurant Miraflores, ubicado en la esclusa del mismo nombre en el canal de Panamá y viendo el movimiento perenne de las barcos, a escasos metros de nosotros, hablamos de Panamá y su historia, incluido el esfuerzo titánico de este país, para recuperar para siempre la Zona del Canal.
Marie y Justin:
Gracias por vuestra dulzura, inteligencia y sencillez !!!.
Con cariño y respeto:
Dr. Rodrigo Aybar
Dra. Graciela Anhel de Aybar