En los hospitales públicos y privados de Panamá se atiende el embarazo y el parto como si la madre y su hijo estuvieran «enfermos» y requirieran una atención «médica» indispensable para evitar «riesgos» en la salud de ambos. Se tiende a sub-valorar el rol único y decisivo que juegan ambos en el proceso del nacimiento.
Existen sólo tres hospitales públicos que tienen el reconocimiento de la UNICEF de «Hospital Amigo del Niño» que implica lactancia materna exclusiva y vínculo permanente de la madre con su hijo. Ningún hospital privado tiene esa categoría.
Cuando el niño nace se le «muestra» a la madre tan sólo unos minutos y es llevado a otra sala para ser «atendido» en las «primeras» horas y luego llevárselo a su habitación por «turnos». Las madres lo «conocen» por las fotografías de celulares y cámaras fotográficas !.
Cuando se lo llevan a la habitación por fin, el recién nacido no succiona bien o está dormido, porque le dieron «sueritos» o leche artificial y por supuesto no tiene hambre.
Podría escribir durante horas lo frustrante y angustiante que todo ese sistema significa para la madre, su hijo, su pareja, y su famlia.
Basados en la evidencia médica hay algunos aspectos que quisiera destacar:
En el momeno de nacer, el niño debe ser entregado a su madre y puesto en contacto directo con la piel de su cuerpo lo mas cernano posible a sus senos. El cuerpo de la madre está con una elevada temperatura por el esfuerzo del parto y al tenerlo en contacto piel a piel irradia esa temperatura a su hijo, facilitándole su adaptación al nuevo ambiente.
El cordón umbilical no debe pinzarse ni cortarse hasta que deje de latir, evento que dura por lo general dos a tres minutos.
El pediatra, obstetra o partera a cargo debe posponer todas las acciones que no sean indispensables en las primeras horas del nacimiento, como por ejemplo las gotas o ungüentos oftálmicos, Vitamina K y otros.
Se realiza el exámen del recién nacido de preferencia mientras reposa en el tórax de su madre, de manera que ella ayude y participe en todo momento. El tratamiento del cordón umbilical con la colocacón del Klamp, debe hacerse junto a la madre. Al pesar al recién nacido la madre debe estarlo viendo. Lo ideal es entregárselo y luego ambos permanecen en la habitación juntos hasta la salida del centro asistencial. Es de vital importancia que su pareja participe junto a ella en todo momento de este primer encuentro del bebé con ellos.
El personal de apoyo la orienta en todos los aspectos del apego y las primeras lactadas.
Mientras todo esto ocurre, la placenta se desprende con total facilidad sin maniobras o intervenciones de ninguna clase y prácticamente siempre el útero se contrae de manera perfecta.
Lamentablemente todas estas recomendaciones en la atención del nacimiento, basadas en la abrumadora evidencia médica, no son una realidad en nuestro país.
Debo constatar sin embargo, que se ha ido produciendo un proceso de participación de nuestras futuras madres, exigiendo a médicos, hospitales y enfermeras sus derechos a un parto humano, libre y natural.
Dr. Rodrigo Aybar
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